Es una de mis fotos más queridas, la tomé en Montmeló (Barcelona) en lo que hoy es un circuito de velocidad, es decir todo hormigón y en el ya lejano año de 1979.
La cámara era una Canon A1 con un objetivo de 300 mm y como ha sido siempre sin la ayuda del trípode.
Este blog nace con la intención de dejar en él aquello que por diversas circunstancias ha marcado mi vida en algún momento. Música, fotografía, cine, literatura.
que preciosa fotografía. Parece como si el trigal fuera etéreo.MUY BONITA
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