10 de noviembre de 2014
Rimbaud
Jean-Arthur Rimbaud, 1854 - 1891
INFANCIA
IV.
Soy el santo, en oración en la terraza, cuando las bestias
llegan hasta el mar de Palestina.
Soy el sabio en el sillón sombrío. Las ramas y la lluvia
golpean la ventana de la biblioteca.
Soy el caminante de la ancha carretera entre los bosques
enanos; el rumor de la esclusas cubre mis pasos. Por largo
tiempo veo la melancólica lejía de oro del poniente.
Sería gustoso el niño abandonado en el muelle que
partió hacia la alta mar, el pajecillo que sigue la alameda
cuya frente toca el cielo.
Los senderos son ásperos. Los montículos se cubren de
retamas. El aire está inmóvil. ¡Qué lejos los pájaros y las
fuentes! Tiene que ser el fin del mundo, si avanzamos.
Puerto de Adén
En Harar, autorretrato 1883
Rimbaud fotografiado por E. Carjat en 1871
Rimbaud por Fantin-Latour
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